Ofrecen a Velázquez liderar una formación de centro-derecha en las próximas elecciones locales
10 de Febrero de 2.011 - Publicado en www.melillense.net
El expresidente de la Ciudad Autónoma de Melilla y expresidente regional del Partido Popular, Ignacio Velázquez Rivera, ha manifestado que ha recibido “un ofrecimiento para liderar un nuevo proyecto de centro derecha con carácter liberal” en las próximas Elecciones Autónomicas y Locales, que se celebrarán en mayo de este año. Velázquez, que comentó que en estos momentos todavía no tiene decidida una respuesta porque es miembro del Partido Popular, desveló esta información en el transcurso de la entrevista que le realizó en la noche del pasado martes el director del programa “Lo que queda del día”, Alberto Benzaquén, de la televisión local “Cablemel”.
En una entrevista, la cuarta en el citado programa desde la vuelta de Velázquez a Melilla, que duró cerca de una hora, el expresidente de la Ciudad Autónoma reiteró que todavía sigue siendo miembro del Partido Popular y que no efectuará acción política alguna “sin antes haber roto” su compromiso y fidelidad con esta formación. No obstante, reconoció que está “pensando seriamente” el ofrecimiento a raíz de “las amenazas” recibidas, así como porque no se identifica con “lo que está pasando” y que ello le lleva a realizar una “lectura profunda” de los últimos acontecimientos aunque, reiteró, sigue defendiendo el programa ideológico del Partido Popular y “las ideas liberales y de austeridad de Mariano Rajoy” pero que, en su opinión, por unas circunstancias u otras, no se han puesto en marcha en Melilla.
Velázquez, que alabó al grupo de personas que le ha realizado la citada oferta por su entusiasmo y “por la calidad de la gente que arropa este proyecto”, anunció que tomará la decisión en breve. No obstante, a modo aclarativo de su predisposición actual, repitió que su corazón “está muy cerca de Génova 13 y muy lejos de Roberto Cano”, en referencia a los domicilios de las sedes del PP de Madrid y de Melilla.
Sobre las posibilidades que puede tener un partido de carácter localista, Velázquez manifestó en este sentido, a modo de ejemplo de buena gestión, el trabajo que realizó en Ceuta la formación liderada por Francisco Fraiz (ver nota al pie), Progreso y Futuro de Ceuta (1991-1994), tras la vuelta de este último a la Alcaldía de la ciudad norteafricana.
Tras recordar el trabajo conjunto que realizó con Fraiz, en aquellos años en que ambos coincidieron en el cargo de alcalde, para conseguir el Estatuto de Autonomía para las dos ciudades norteafricanas, Velázquez comentó que es viable una formación localista con “una idea muy clara de lo que debe ser la economía de esta ciudad en la que debe imperar por encima de todo la austeridad” y, en este sentido, añadió que “con doce mil parados que existen es vergonzoso que tengamos doce consejerías” porque, en su opinión, debe bajarse el número a la mitad dado que “Melilla no da para más”. Asimismo, abogó por la vuelta de destacados profesionales a la acción política sin conseguir la liberación, Es decir, que sólo sean remunerados “por la asistencia a plenos, comisiones y Consejos de Gobierno y que trabajaran en la calle porque es que... estamos consiguiendo separar al político de la sociedad”. Tras este comentario, a modo aclarativo, precisó que “estamos haciendo una casta aparte que verdaderamente no ve lo que está ocurriendo en la sociedad, nada más que ve sus intereses”.
En su intervención, entre otros temas (algunos relacionados con la moción de censura que le apartó de la Alcaldía-Presidencia de la Ciudad), Velázquez también habló las “conversaciones grabadas en el sumario del voto por correo” durante el pasado verano pasado. Así como de sus relaciones con Juan José Imbroda, “compañero de partido, presidente de la Ciudad, democrático, legítimo,… “pero que, bajo su punto de vista, “las cosas no las está haciendo bien”. También opinó sobre el papel de los medios de comunicación y su relaciones con el Gobierno local, “su mejor cliente”. Y, quizás, se expresó con mayor vehemencia sobre los diferentes proyectos que puede liderar el Gobierno local resultante de las urnas para incentivar el desarrollo socio económico de Melilla.
Editorial de Alberto Benzaquén en el Programa "LO QUE QUEDA DE DÍA".Emitida el pasado día 9 de febrero en Cablemel TV. Dicen los que saben que los grandes conocimientos son al final los que engendran las grandes dudas. Y muchas dudas se han engendrado después de la tercera aparición pública de Ignacio Velázquez en este programa. Dudas que van mucho más allá de si concurrirá o no con una nueva formación política a las elecciones de mayo. Que entiendo que sí. Pero que antes, deberá marcharse del actual Partido Popular de Melilla, porque como él bien apuntó anoche en esta misma mesa, se siente muy cerca de la calle Génova, pero muy lejos de la calle Roberto Cano. Personalmente, debo decir que no tengo ninguna duda de que Velázquez se presentará a las próximas elecciones. ¿Con quién? Eso está por ver. Pero afrontar sí que afrontará ese gran reto de ofrecerle a los ciudadanos melillenses una opinión más de las muchas que van a concurrir a esa cita con las urnas. Es más, creo que si todo marcha como me imagino, la próxima semana, Velázquez dará un paso importantísimo en su carrera política: abandonar el Partido Popular de Melilla. Algo que no debe ser ni cómodo ni mucho menos fácil para él. Sobre todo después de haber militado más de veinte años en esa formación política, a la que él mismo asegura no reconocer en lo más mínimo. Una vez que haya dado eso paso, los siguientes irán uno detrás del otro, hasta ver dentro de muy poco tiempo, a Ignacio Velázquez como candidato a la Presidencia de la Ciudad Autónoma de Melilla por alguna de las formaciones políticas que concurran a las elecciones de mayo. Pero hasta llegar a ese momento, aún queda un trecho. Un trecho largo, pero que a todos los que de un modo u otro vivimos en medio del mundanal político, seguro que se nos hace corto, porque van a ser muchas y muy variadas las cosas que van a pasar, y que lógicamente en este programa, como venimos haciendo desde hace 445 noches, se las iremos contando. Pero yo abría este editorial hablándole de dudas. De las dudas que me transmitió anoche Ignacio Velázquez cuando nos contó a todos que le estaban amenazando desde el Partido Popular de Melilla con una conversación que hay grabada. Grabada en el sumario del voto por correo. Entre Velázquez y Aberchan, y que para algunos de los miembros del Partido Popular, podría ser algo así como la gran piedra filosofal con la que creen que impedirán a Velázquez ir a política. Y se equivocan. Y además mucho. Porque como él mismo apuntó, ni anda a patadas, ni mucho menos a coces. Cosas como esa, para lo único que sirven es para motivarle aún mucho más, y animarle a llevar a cabo una acción política fuerte y decidida capaz de acabar con este régimen que nos gobierna y que tanto daño le está haciendo a Melilla y a los ciudadanos melillenses. Conozco esa conversación, y sé que a lo más que puede llegar es a una invitación de alguien para que regresase a Melilla y tratar de reconducir la pérdida de rumbo de un Partido Popular de Melilla que sigue empeñado en quebrar la convivencia en esta ciudad. Y para ello, no hay más que leer hoy la prensa fuertemente subvencionada, para ver como el Gobierno de Melilla y el Partido Popular no le han dejado otra opción a miles de musulmanes melillenses, que la de echarse a las calles a protestar. O conocer lo que está pasando en el Monte Maria Cristina desde hace dos días, para ver que al final, este régimen no les deja otra a los musulmanes que tirarse a la calle a luchar por sus derechos. Y así no puede seguir Melilla. Por eso, alguien, creo que con buen criterio, animaba a Velázquez a que regresase a Melilla. ¿Qué alguien quiere darle otra interpretación a esa llamada? Que lo haga. Estará en su derecho de hacerlo cuantas veces quiera y como quiera. Pero a mí, lo que me hace dudar de todo este asunto de llamada en cuestión, no es lo que se haya dicho en ella, que ya lo he explicado, tal y como yo lo entiendo. Lo que de verdad me preocupa de todo este asunto, es que sea una llamada que está en uno de los tomos de la instrucción que se sigue del voto por correo. Que se haya grabado a alguien que ni tan siquiera vivía en Melilla en una instrucción judicial que se sigue por un presunto delito de fraude electoral. Y lo que es peor, que ahora alguien o alguienes, quieran utilizarla como arma arrojadiza contra Ignacio Velázquez, creyéndose de manera ingenua, que de ese modo no se presentará a las próximas elecciones. Y ya les he dicho antes que aquellos que piensan de ese modo se equivocan, y además mucho. Pero las dudas van mucho más allá de esa simple la reflexión. Mis dudas, o mejor dicho, las que dejó anoche encima de esta mesa el propio Ignacio Velázquez son dos. La primera. Saber si alguien del Partido Popular o del Gobierno de la Ciudad, o de alguno de los medios de comunicación fuertemente subvencionados por el régimen gubernamental es capaz de sacar de un sumario judicial una conversación privada entre dos personas. Que nada tenía que ver con la instrucción que se sigue. Y en la que se podría violar uno de los derechos fundamentales del propio Ignacio Velázquez. Estaría bien que alguno lo hiciera. Porque si lo hiciera o hiciese, estarían haciendo buena la segunda de las dudas que Velázquez nos dejó anoche a todos acerca de todo este asunto de la trama del voto por correo. Una reflexión muy sencilla, y que todos ustedes, queridos amigos y amigas y respetados enemigos, van a entender muy bien. ¿Para qué esta sirviendo esta instrucción del caso del voto por correo? ¿Para dirimir responsabilidades penales o públicas? ¿Para que se condene a aquellos que hayan podido cometer un delito o para lincharlos mediáticamente con el dinero de todos los ciudadanos melillenses? ¿Para que muchos tengamos miedo de llamar por teléfono a alguien por si nos están grabando las conversaciones? ¿Para sembrar un estado de terror policial y judicial en Melilla? A mi, hasta me da miedo decirles lo que les estoy diciendo esta noche. Pero me revelo a tener que quedarme callado, asustado y paralizado ante el mal uso y abuso que se está haciendo de esta instrucción del voto por correo. Que no se si habrá algo delictivo en ella. Y si lo hay, que pague el que haya hecho algo malo o que esté fuera del imperio de la ley. Pero esta ley del terror que pesa sobre muchos melillenses, entre los que por desgracia me encuentro yo, no es normal. No es normal que ahora los corre, ve y diles del Partido Popular de Melilla se dedican a lanzar disparates por las calles, advirtiendo a tal o cual persona que pueden salir unas conversaciones telefónicas suyas grabadas. ¿Pero qué clase de locura es esta? ¿Hasta donde vamos a llegar? Desde luego, si toda esta instrucción del caso del voto por correo, del que insisto, no sé si habrá culpables o inocentes en ella, sirve para meter más miedo y más terror a los ciudadanos. Alguien debería saber que una vez más pierde la misma: La libertad. Esa libertad que en Melilla ya no está ni por las esquinas. Y nunca tuvo tanto valor esa frase de Otto Von Bismark en la que dijo que la libertad es algo que no todos pueden permitirse. Pues hasta aquí este nuevo recorte de libertades que estamos sufriendo y padeciendo los ciudadanos melillenses, porque algunos quieren utilizar hasta la justicia para impedir, por ejemplo, que hayan más opciones política en las elecciones de mayo. O que la gente pueda hablar por teléfono con determinadas personas, sin la preocupación de que puedan estar grabando para posteriormente utilizar esas conversaciones contra ti. Todo esto no son más que recortes de libertades que estamos padeciendo y que más tarde o más temprano, tendremos que recuperar. |